Un acto administrativo es una manifestación de voluntad realizada por un órgano administrativo en el ejercicio de sus funciones, que produce efectos jurídicos concretos sobre los derechos o intereses de los ciudadanos. Estos actos pueden ser de diferente naturaleza, como decisiones, resoluciones, autorizaciones, sanciones, entre otros.
Los actos administrativos deben cumplir con una serie de requisitos para ser válidos, como la competencia del órgano emisor, la forma establecida por la ley, la motivación adecuada y la finalidad pública del acto. Además, los ciudadanos tienen la posibilidad de impugnar los actos administrativos que consideren ilegales o lesivos a sus derechos, ya sea a través de recursos administrativos o judiciales.
Los actos administrativos son una parte fundamental de la gestión pública, ya que permiten a la administración pública llevar a cabo sus funciones y tomar decisiones en beneficio del interés general. Sin embargo, es importante que estos actos se realicen de manera transparente, legal y respetando los derechos de los ciudadanos.
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